En cada sorteo de Powerball participan millones de personas de todo el mundo. Cualquier jugador puede ganar un premio, se lo merezca más o menos. Esto hace que, en ocasiones, salgan a la luz historias muy divertidas y curiosas, o ganadores que hicieron locuras con su dinero. Afortunadamente, los casos más extremos son hechos aislados, y no representan la alegría que supone el ganar la lotería.
Los hermanos Bob y James Stocklas
Vivían en Pennsylvania, pero ganaron jugando en Florida en 2016. La rivalidad entre estos hermanos es de lo más sana, incluso habiendo dinero de por medio. Así lo demostraron cuando uno de ellos, James, ganó 291 millones de USD. Bob, por su parte, también había jugado a Powerball en el mismo sorteo. De hecho, compró su boleto al mismo tiempo que James, durante un viaje familiar en Florida, ¡pero él ganó solo 7 USD!
No obstante, tanto Bob como James demostraron que el amor de hermanos está por encima de cualquier rivalidad, y celebraron ambos premios con la mayor de las alegrías. De hecho, llevaron tan bien la situación que, incluso, había tiempo para bromas y risas.
El momento más divertido, sin duda, fue al recibir sus premios. Y es que, decidieron tomarse una foto juntos, portando James su cheque de 291 millones de USD y Bob su cheque con apenas 7 USD. ¡Pero ambos estaban igual de sonrientes! La historia se hizo viral en todo el mundo, y la foto fue utilizada en miles de “memes”, bromeando sobre las diferencias que puede haber entre dos hermanos.
Finalmente, afirmaron que también compartirían el premio con el resto de miembros de la familia. Por su parte, James (el que acertó todos los números), afirmó que dedicaría su tiempo exclusivamente a la pesca, su gran pasión.
El grupo Ocean´s 16
Hay varios grupos de jugadores que ganaron el Powerball. Uno de ellos es Ocean´s 16, compuesto por 16 compañeros de trabajo. Este grupo poseía uno de los tres boletos que se repartieron un premio de 450 millones de dólares en 2013. Por tanto, a los 16 miembros les correspondía un total de 149 millones de USD.
Tras los impuestos, cada uno percibió alrededor de 4 millones de USD. Un premio así es envidiado por cualquier jugador. ¿Quién no se alegraría? Sind duda, lograron ganar gracias a que jugaron en grupo, ya que pudieron comprar más boletos y aumentar sus probabilidades de ganar el premio.
Es cierto que todos se mostraron contentos en un principio, aunque pronto surgieron las dudas. Para algunos de los ganadores el premio que le había tocado a cada uno no era lo suficientemente grande. Consideraban que servía para comprar una vivienda, un carro o, incluso, dejar su trabajo, pero no para nunca tener que pensar en dinero.
Muchos coincidían en que el premio “parecía” más grande al principio, antes de tener que dividirlo y ver cuánto le correspondía a cada uno. La primera impresión, por tanto, fue que habían ganado una verdadera fortuna. ¿Acaso 4 millones de USD no lo es?
Otro de los ganadores, en cambio, afirmó que “preferiría trabajar e ingresar un sueldo constante, cada dos semanas”, y no tener tanta fortuna acumulada. “Toda tu vida cambia, pero nosotros queríamos seguir viviendo de la misma forma”, confesó.
Jonathan Vargas, el joven obsesionado con la lucha libre
A sus 19 años, Jonathan se ganó el Premio Mayor de 35 millones de dólares en Powerball. Era una puerta que se le abría de par en par para comerse el mundo. Podría haber viajado a los lugares más exóticos de cualquier país, y haberse comprado una mansión con un garaje inmenso donde aparcar decenas de coches deportivos. Pero no. En su lugar, lo primero que hizo fue financiar un programa de lucha libre femenina, llamado Wrestlicious.
No está claro si el nombre viene de combinar la palabra “Wrestling” (lucha libre), con “delicious” (delicioso), o con el término “ridiculous” (ridículo). En cualquier caso, no se le ocurrió otra idea que la de vestir a las luchadoras con disfraces extremadamente cortos y llamativos, para nada acordes con un espectáculo deportivo.
Al final, ni siquiera el hecho de tener el cuadrilátero pintado de rosa pudo sostener unos pésimos niveles de audiencia, haciendo que Wrestlicious durara solo una temporada. Se desconoce si Jonathan tiene el consuelo de tener aún dinero en su cuenta corriente. Lo que es seguro, es que todavía puede ver algunos vídeos de su programa en YouTube No obstante, ¡es posible que Wrestlicious vuelva pronto a las pantallas!
La vida loca de Jack Whittaker
Jack es uno de los ganadores más “peculiares” y polémicos de Powerball. Todo comenzó en 2002, cuando ganó 315 millones de dólares. Antes de que le tocase la lotería, Jack era presidente de una empresa de construcción. Incluso, en un primer momento realizó numerosas donaciones a gente que lo necesitaba y creo una fundación con su nombre. Entonces, tenía 55 años y solo pensaba en la felicidad de su familia, sobre todo de su hija, esposa y nieta.
No obstante, poco después su vida cambiaría aún más, esta vez a peor. Jack se dio a la buena vida y empezó a acudir a fiestas de todo tipo. Una noche, mientras Jack se divertía en un local, unos ladrones robaron más de medio millón de dólares en efectivo de su coche. Cuando se le preguntó por qué llevaba tanto dinero, contestó “porque puedo”. No sería esta la única vez, pues poco tiempo más tarde, el jefe y una bailarina de otro local donde se encontraba Jack, extrajeron 200.000 dólares, otra vez de su coche.
Primero, el novio de su nieta fue encontrado muerto en la casa de Jack. Los informes forenses apuntaron que la causa de la muerte fue una sobredosis de diferentes drogas. Cuando parecía que nada podía ir peor, un año más tarde, se produjo la desaparición de su nieta, que finalmente fue hallada muerta, envuelta en plástico y tirada detrás de una vieja caravana. Los forenses también encontraron droga en su organismo, aunque la causa de la muerte se clasificó como indeterminada. Este hecho tocó profundamente a Jack, quien llegó a enfrentarse con las fuerzas del orden estadounidenses para que detuviesen a cualquier persona que pudiera estar relacionada con la muerte de su nieta. Lamentablemente, y sin ningún tipo de explicación posterior, su hija también murió.
Entre los desafortunados acontecimientos, se supo que Jack era asiduo a los casinos, llegando a gastarse más de un millón de dólares en una noche. También fue acusado de fingir un nuevo robo. Para colmo, en el año 2016 su casa se incendió. Su esposa se encontraba dentro cuando los bomberos recibieron la llamada de emergencia, aunque pudo salir ilesa de las llamas. No obstante, la casa quedó destrozada, igual que la vida de este pobre hombre. “Volvería atrás en el tiempo”, confesó Jack.
Cuando ganar es una locura por sí misma
Como hemos visto, la cantidad de dinero que se gana, unido a la personalidad y experiencias de cada jugador, influye en la forma de afrontar su nueva vida. Sin embargo, hay otros jugadores que, pese a que ganaron Powerball de la manera más loca posible, su vida no pasó por tantos sobresaltos.
Destaca la historia de Frederick Walker, quien ganó 2 millones de dólares gracias a un boleto que había sido desechado por otra persona. El joven afortunado, de 19 años, se encontró un boleto en el mostrador de una tienda que frecuentaba. Los números estaban seleccionados, pero el boleto no había sido comprado ni registrado. Frederick preguntó al vendedor, y este le respondió que otra persona había preferido no comprar el boleto. Como si de una premonición se tratara, Frederick cogió el boleto y lo pagó. Poco más tarde, comprobó los resultados de Powerball, y saltó de alegría al ver que tenía 5 aciertos. ¡Se quedó a un solo número de ganarse el Premio Mayor!